El proyecto integra el nuevo concepto operativo y las intervenciones necesarias en la lógica del edificio diseñado por Ernst Gisel. Así, se mantienen la división -núcleo, pasillo y franja de habitaciones- y la jerarquía de la planta. Los aseos del núcleo central se reorganizan y renuevan por completo, mientras que los baños adicionales necesarios se ubican en la franja de dormitorios. Éstos se sitúan directamente junto a los nuevos shunts de ventilación y ocupan sólo la mitad de la profundidad de las habitaciones, de modo que se permite mantener el aspecto exterior de las mismas como una fachada perforada enlucida. Además, la simetría central de la planta sigue siendo legible. Las dos viviendas en planta baja están organizadas con el mismo planteamiento; las habitaciones tienen una orientación este/oeste, mientras que las cocinas comunes se sitúan en las fachadas norte y sur. La planta superior, concebida como zona de recreo y reunión, se reorganiza para adaptar nuevos usos: El almacén donde se encuentran las taquillas se convierte en una lavandería colectiva, las pérgolas verdes invitan al esparcimiento, jardineras con plantas y hierbas autóctonas y un sistema fotovoltaico integrado combinan ecología y tecnología. El solárium al sur y el gimnasio al norte completan el concepto. Una zonificación bien pensada permite una gran variedad de actividades comunes.
Con la renovación del edificio, se actualizan a su vez las superficies interiores de los dormitorios y se equipa cada uno de ellos de un mobiliario fijo para que los estudiantes puedan al llegar instalarse trayendo consigo únicamente sus maletas. Armarios empotrados de madera con mayor espacio permitirán de nuevo a los residentes guardar todas sus pertenencias en su propia habitación, incluidas las maletas, gracias a las diferentes profundidades de los armarios y cajones. En la zona de entrada de los dormitorios, un nuevo techo suspendido de lamas de madera permitirá integrar los conductos de ventilación de las habitaciones. El nuevo concepto de color y materiales hace referencia al diseño interior original proyectado por Gisel.
Las instalaciones del edificio se sustituyen en su totalidad para preparar así el edificio para un nuevo ciclo de vida de 35 años. El sistema de calefacción de gas existente se reemplaza por una fuente de calefacción sin combustibles fósiles, el nuevo sistema de ventilación con recuperación de calor permite precalentar el agua caliente con el calor recuperado, un sistema fotovoltaico en el tejado y la instalación de luminarias LED optimizan el consumo energético del edificio. Para reducir aún más la demanda energética, durante la fase de planificación se estudiarán distintas opciones de aislamiento de los muros exteriores. La estrecha colaboración con el departamento de conservación de los monumentos históricos de la ciudad de Zürich debería permitir conservar el aspecto del edificio mientras se lleva a cabo la necesaria renovación energética.
