El municipio de Rüschlikon está situado en la orilla occidental del lago de Zúrich y se caracteriza por un tejido urbano heterogéneo, formado en su mayoría por edificios unifamiliares y bifamiliares con cubierta a dos aguas y un terreno escarpado desarrollándose desde la cota mas alta hasta el nivel del agua. La zona del concurso se desarrolla en paralelo a las vías del tren, comienza junto a la estación y se extiende hacia el sur en una zona residencial.
En la parcela se prevé la construcción de seis edificios de viviendas, un aparcamiento subterráneo y un supermercado. El contexto urbano exige una gran atención en la definición de los volúmenes de acuerdo con los edificios circundantes y hace inevitable el uso de cubiertas inclinadas para una óptima inserción del proyecto en su contexto.
El edificio situado en la zona norte se orienta hacia la plaza de la estación, creando una relación directa con los dos edificios históricos de la misma. Este edificio alberga oficinas en las plantas superiores y un supermercado en la planta baja y en la inferior.
Los otros cinco volúmenes se relacionan con los edificios residenciales de su alrededor. Todos los tejados tienen una inclinación de entre 10° y 25° y su forma reacciona específicamente al emplazamiento: las fachadas principales ofrecen un carácter escultural y urbano hacia la Bahnhofstrasse y las vías del tren, mientras que en los laterales las pendientes de los tejados se inclinan hacia los jardines, convirtiéndose en un telón de fondo cotidiano y familiar.
Las fachadas del lado corto hacia la calle y las vías del tren definen la dirección de los edificios: la entrada principal de la Bahnhofstrasse tiene un carácter urbano y más público que la del lado opuesto. Todos los edificios residenciales disfrutan de este doble acceso, que conecta los dos niveles principales de la calle y el jardín a lo largo de las vías del tren, maximizando así la accesibilidad de los espacios interiores y exteriores.
El jardín del nivel superior se puede atravesar gracias a un camino en paralelo a las vías. Este espacio está diseñado en diferentes niveles: el primero es un jardín de flores intercalado con pequeños árboles y arbustos, mientras que más cerca de los edificios la vegetación se espesa en bordes herbáceos que proporcionan privacidad en los apartamentos a cota cero. Los espacios verdes entre los edificios tienen un carácter semiprivado y se presentan como punto de encuentro para la comunidad, para que los residentes puedan socializar, relajarse a la sombra, hacer una barbacoa juntos o cultivar un huerto.
Los apartamentos viven de la dualidad entre lo privado y lo publico. La "habitación jardín", la cocina y el salón forman una unidad con una fuerte conexión con el espacio exterior. Grandes elementos correderos permiten unir dichas estancias cuando el clima es favorable, difuminando así la separación entre interior y exterior. La disposición racional de los dormitorios a lo largo de la fachada y de los baños en la zona central permite una cierta flexibilidad del mix tipológico.
