El nuevo volumen, esculpido en el terreno, representa un edificio simbólico para Manno. El edificio se sitúa en la parte sur de la parcela y permite definir una nueva plaza para los ciudadanos: Piazza Bellavista. La plaza se desarrolla en una escalinata que se orienta hacia el edificio y el paisaje circundante. En la parte superior hay un espacio más recogido, donde parte un pasaje que conduce a una tercera plaza, que sirve de acceso a la Biblioteca.
La plaza Bellavista tiene una fuerte vocación pública y, junto con la sala de la planta baja, se configura como un espacio multifuncional para la comunidad, permitiendo conciertos, representaciones teatrales, conferencias al aire libre y asambleas públicas.
La distribución vertical en el interior del edificio se desarrolla a través de la escalera central, que se repite uniformemente en todos los niveles del proyecto y domina las diferentes plantas con un juego de dobles alturas que conectan visualmente las distintas funciones.
